...¿Hasta donde somos dueños de nuestras vidas? ¿Dirigimos la vida por donde queremos o es la propia vida la que nos dirige por donde ella quiere?...

Si quieres quererme, voy a dejarme querer....

Me viene el recuerdo de una noche en alguna parte; era una tibia noche de cualquier primavera, los ánimos estaban en su punto y tu decidiste cometer el pecado de la pretenciosidad, en aquellos momentos te sentías le reina de su corazón, como antes te sentiste de otros que le precedieron.
Si, lo recuerdo muy bien, su cabeza apoyada en tu hombro mientras te miraba con embeleso, entonces te traicionó tu afición a Sabina y te pusiste a cantar aquello de “ no, no puedo enamorarme de ti.........” y lo miraste a los ojos; no sé que vio en aquella mirada, pero se levantó y se fue de allí y nunca volvimos a verlo, ni siquiera vos.


El caso es que en tu estado no se te ocurrió otra cosa que seguir tarareando la canción “ escucha una cosa que te voy a decir, aunque te duela el alma....como me duele a mí.......” como si quisieras demostrarte a ti misma que te daba igual – en el fondo sé que no te daba igual, pero eres así – y luego te encontraste preguntando por él, como si no hubieras roto un plato, con esa candidez que sabes poner cuando no quieres que te reprochen tu endemoniado carácter.
¡Y van! Cuantos van? El caso es que si no quieres enamorarte, si lo que prefieres es seguir en ese estado de semilibertad - porque nadie es libre cuando está solo – porque te esfuerzas por mirar a los ojos de los hombres y decirles con ellos que serías feliz en sus brazos; es algo que nunca entenderé, porque cuando uno no quiere enamorarse, lo que hace habitualmente, es fingir que ya lo está.
Ahora, mirándote, creo que en realidad lo que te atenaza es la cobardía de no saber, de no poder estar, de no entregar nada; sin embargo exiges que te lo entreguen todo. Eso en mi pueblo se le llama egoísmo y yo creo que te pierde tu egoísmo.
“Podría engañarte si se me diera mentir...el caso es que no puedo enamorarme de ti..........” Es cruel, robas un corazón, lo exprimes, haces que lata a cien por hora, que se pierda en esa mirada tuya y luego le cantas la canción de despedida, como si no te costara ningún esfuerzo, tal vez porque sabes que esos ojos pueden tener lo que se propongan tener.
Algún día, alguna noche de plenilunio, alguien te la cantará a ti, la canción del Sabina, y entonces serán tus lágrimas las que se derramen “ de nadie es el camino que no se deja atrás...donde se desangran las estatuas de sal....” entonces comprenderás bien lo que sucedió aquella noche “ si quieres quererme, voy a dejarme querer.......si quieres odiarme no me tengas piedad...” y te aseguro que parecerá el diluvio universal.
Entonces no habrá paño de lagrimas, ni hombro en el que llorar, ni pañuelo que seque tus lágrimas amargas, porque habrás hundido todas las naves, habrás roto todos los corazones que se pueden romper y no quedará nada más que un solitario y difuso vacío a tu alrededor, el vacío que será tu compañero de los viajes que te queden.
Y te preguntaré – bajito eso sí - si mereció la pena ser prepotente, jugadora de nada y perdedora de todo, si merece la pena ser tan libre para perder cualquier atisbo de libertad, si es esa la felicidad, la de estar mas sola que la luna cuando el corazón necesita una mano que lo repare, unos ojos que lo acaricien, una lágrima que se comparta.
“No, no puedo enamorarme de ti..........” Eso oirás un día, a cualquier hora de cualquier minuto de tu vida y sabrás lo que perdiste, cuando no sabías que así también se perdía; siempre se dice que enamorarse es perder parte de uno mismo para entregárselo a otra persona y nadie piensa que eso es recíproco y por lo tanto aquello que uno pierde, si se quiere de verdad, si se ama sin tapujos, también se recibe otra parte de otro corazón.
A mí siempre me reprochaste que entregaba demasiado a cambio de muy poco y es verdad, tal vez; pero lo que sí sé y tu no sabrás nunca, es que algo recibo alguna vez, en algún descuido y que cuando pasen los años que tengan que pasar, yo tendré recuerdos que recordar, lágrimas que llorar, besos que sentir como si me los hubieran dado alguna vez y el rumor de alguna que otra palabra suelta que alguna vez me habló de amor.
De lo que sí estoy seguro es que no le cantaré la canción a nadie “ escucha una cosa......aunque te duela el alma como me duele a mi.......podría engañarte si se me diera mentir............el caso es que no puedo enamorarme de ti....” porque nadie sabe si puede suceder lo que no puede pasar, nadie puede saber la próxima la próxima jugada de su corazón, nadie es perfecto, ni siquiera tú.

3 comentarios:

  1. Guau.. Es como si me lo hubieses escrito a mi :(

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  2. muy hermoso lo que escribiste es lo que necesitaba leer en este momento me describe a mi y a mi "compañero" es lo que nos cantamos en silencio el uno al otro cada vez que estamos juntos...

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  3. Gracias por darme a conocer esta canción, aunque lamento decirte que necesito cantársela ahora mismo. Yo la he escuchado muchas veces, más de las necesarias... y probablemente tenga que oírla alguna vez más.
    Solo se querer aunque no me correspondan, me duele menos que dejarme querer y no saber corresponder.

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