...Llora la noche, una vez más, su llanto de recuerdos...
Todo a mi alrededor, sin tu luz, son sombras, sombras y nada más que eso...
Sombras que se agigantan lentamente a medida que pienso en esta soledad y sus raíces;
Sombras que me envuelven, me lastiman;
Cierro mis ojos... Permito que el extraño murmullo de la lluvia en mi balcón me transporte directamente a un sueño tibio, recurrente, donde tu partida no existe y todo vuelve a brillar...
Finalmente, este tedioso cansancio me vence y me duermo, abrazada a tu recuerdo, y entonces, la rutina de tu ausencia, me transporta a un sueño, a un sueño tibio, recurrente, donde tu partida no existe y todo vuelve a brillar...
...Y subió hasta el cielo, lloró el amanecer. Un angel para el cielo ha de ser...