...¿Hasta donde somos dueños de nuestras vidas? ¿Dirigimos la vida por donde queremos o es la propia vida la que nos dirige por donde ella quiere?...

Quiero ver el final

Camino inacabable de ruina moral y despojos sentimentales al que llamo vida, hoy te imploro perdón.
Perdón por estar tan ciego como para no querer ver las oportunidades que se me brindan sin merecimiento.
Todos los ríos tienen que acabar algún día en algún mar. Es así, si no te gusta cierra los ojos, y no mires un mundo tan empeñado en hacernos partícipes de cada uno de su giros que a veces, nos hace olvidar quien le debe su existencia a quien.
Quiero creer en otra realidad mejor, sin gritos ni reproches, caídas o lágrimas, lejos de derrotas inacabables.
Quiero pensar en mí. Quiero usar el comodín del cincuenta por ciento y regalarte la tercera mitad que me sobra, para que la cuelgues de tu sueño de cristal, y le pidas un deseo a la estrella más bonita y brillante de ese cielo que persigues.
Quiero ser yo quien decida lo mejor y lo peor, bien y mal, bipolar o nihilista. Todo o nada, blanco o negro…..contigo o sin ti.
Necesito cerca de mí todos los deseos de cumpleaños que alguna vez pedí cuando todavía creía que la magia era algo que nos rodeaba a todos por igual. Ahora ya sólo la veo de vez en cuando y en forma de sonrisa adolescente.
Quiero soñar esta noche lejos de ti, de tu maravillosa presencia. Esconderme detrás de tus alas de ángel y ver como vuelas persiguiendo la lluvia.
Quiero creerme todas las mentiras que alguna vez te susurré mientras se apagaba el sol, creer que en la oscuridad te acordarás de mi, también que alguna vez saldrás de mi interior y que nunca me dirás que no.
Deseo ver como tu Dios se cae de la cruz y así dejar atrás la sombra que convive en mi interior, que me persigue pese a saber, que ya es tarde para correr tras de mi.
Quiero saber si también son oscuras y largas tus noches o si mi corazón sangrará por ti. Saber si piensas en mi.
Quiero querer, quererlo todo. Querer el odio y la amistad, la indiferencia y el miedo, amor y fidelidad, ira y respeto. Vivir.
Pero sobre todo te quiero a ti y a mi juntos por siempre y para siempre...
...Quiero ver el final....

[Anónimo]

Como un juego de ajedrez...


Confianza... confiar plenamente...confié, como en un amigo, un compañero... creía que sabia lo que es sufrir por la traición, y me duele realmente confiar y que me mientan.
Y a la vez, me dice que no confíe en el resto de la gente... pero si en él...
Pero, ¿es a mi a quién realmente le fallan, le mienten, la engañan?... Creo, que se fallan, se mienten a si mismos. Yo tengo la opción de descartar del tablero a esas personas, alejar a esas personas de mi vida...
¿Quién pierde y quién gana?....Recuerdo unas palabras que leí hace tiempo...


".. Hoy la huella del pasado, en tu pecho se han anclado. Yo sonrío, como hace tiempo que no lo
hacía. Y tu, mostrabas tu cabeza encogida. Sabes perfectamente que tu perdías, yo dolida, me levantaba ganadora.
Tu mismo decías que eras lo suficientemente maduro para fallarte, mentirte, traicionarte a ti mismo. ¿Acaso tu amada ironía te hizo triunfar?...."

En algún momento, sabrás que tu amada ironía no fue útil, cuando tu contrincante te dice:
Jaque Mate.

"...A veces creemos que sabemos todo, y sin embargo desconocemos un océano entero..."

Puedo escribir los versos más tristes esta noche...

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»

El viento de la noche gira en el cielo y canta
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda